Ya en otra ocasión comenté una viñeta de Randall Munroe, pero ésta me parece muy apropiada a las fechas en las que estamos.
Este post va dedicado a todo el mundo que vuelve a casa en avión para pasar las navidades con su familia (o no).
Pero también la dedico a todos aquellos que se quedan sin la comilona de Navidad, la cena copiosa de Nochevieja antes de que tu abuela te coma a besos tras las campanadas, mientras la gente se queja de que tenía una uva de más, o una de menos. Y sin olvidarnos la resaca durante la comida de año nuevo, mientras tu padre te pregunta: "¿Qué tal ayer?" respondiéndose a sí mismo unos segundos más tarde: "Bien, ehhh!" mientras tu miras el plato delante tuyo pensando en lo mucho que echas de menos tu cómoda y tranquila cama.
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